CARTA AL PUEBLO DE DIOS

Queridos hermanos y hermanas:

Es el mes de Mayo, mes primaveral, de las lluvias, de los verdes campos y de las flores. Mayo, mes de las dos flores más hermosas: las Madres queridas que nos regalaron el ser hijos; mujeres nobles y abnegadas, serviciales y sacrificadas; nuestro gran tesoro del hogar familiar, mujeres Mil por Mil; y la Madre Espiritual, MARIA, Madre de Dios, Madre nuestra, que nos guía, nos protege y nos acompaña siempre en el caminar.

En este mes de Mayo vayamos a ellas con flores; con flores del corazón rebosante de amor y gratitud; vayamos a ellas, honrémoslas con cariño y besos de hijos agradecidos; felicitémoslas con el mayor y mejor de nuestro afecto. ¡FELICIDADES, MADRES! Felicitaciones a ustedes, para ellas, LAS MADRES, las más bellas, hermosas y nobles de las mujeres.

Respecto a nuestro itinerario de evangelización, el valor para el mes de mayo que nos pone el plan de pastoral en este Año de la Fe es ese artículo de nuestra confesión de fe referido a la tercera persona divina, manifestación del amor de Dios y gratuidad para nosotros: CREO EN EL ESPIRITU SANTO.

El Espíritu Santo es ese soplo de aliento que nos insufló el Señor a cada uno de sus hijos para permanecer siempre en ellos, para estar siempre con nosotros, en nosotros: “Sepan que Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). En nuestro Credo confesamos que El Espíritu Santo es “Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria”.

El Espíritu Santo es la fuerza de Jesús, dada en bendiciones a nosotros; es el amigo y compañero fiel, defensor y escudero del alma. ¡Dulce huésped! El Espíritu Santo es la Luz que alumbra a todo hombre y la fuerza interior que opera en cada uno de nuestros corazones, dando vigor a nuestras luchas contra el mal. Sus dones son nuestras armas, nuestras fuerzas.

Que se concretice en nosotros el lema del mes: “La comunión del Espíritu Santo esté con ustedes”. ¡Ven, Ven, Espíritu Santo, y llena los corazones de tus fieles…enciende en nosotros el fuego de tu gran amor!

Su amigo y pastor, Rev. P .Manuel Hidalgo Féliz C. Párroco


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