Con la negativa del municipio de Jaquimeyes, uno de los poblados puestos bajo alerta por el desfogue de la presa de Sabana Yegua, el gobernador Pedro Peña Rubio, activó el Plan Regional de Emergencia.
Las comunidades bajo alerta roja por el desfogue son Tamayo, San Ramón y Los Conuquitos, Vuelta Grande, de la provincia Bahoruco, Las Minas, Quita Coraza, El Higuito, El Memiso, Fondo Negro, Arroyo Grande, Vicente Noble, Canoa, Bombita, Jaquimeyes, Palo Alto, El Peñón, Pescadería, Hato Viejo, Fundación, La Hoya, Habanero y Cabral entre otros.
En tanto que los afectados en la provincia Azua de Compostela son Los Bancos, Villarpando, Arroyo Salado, Magueyal, Periquito, San simón, Hato Nuevo, Batida, Orégano Grande y Monte Grande.
Se recuerda que la tarde de ayer el Centro de Operaciones de emergencia (COE), emitió alerta roja para las comunidades antes referidas, por una prueba de descarga de la compuerta rehabilitada del túnel “C”, de desagüe de fondo de la presa de Sabana Yegua a partir de hoy y mañana.
Se espera un caudal estimado de entre 250 a 280 metros cúbicos por segundos en un tiempo de 30 minutos, lo que provocará una onda de descarga de 18 a 24 horas aguas abajo de la presa hasta la desembocadura de la Bahía de Neyba.
El gobernador Pedro Peña Rubio dijo que cada una de las instituciones que componen el PMR, incluidos los municipios, saben cuál es su función y qué acciones tomar cuando se producen situaciones como esas.
Augusto Moreta, director regional de la Defensa Civil, dijo que ese organismo desde que recibió la información está enfocado en las acciones a desarrollar, sobre todo en comunicación directa permanente con las comunidades que serían afectadas.
Dijo que para la zona viene un equipo de la Defensa Civil en Santo Domingo para reforzar a varias comunidades, en caso de que así se estime necesario.
Gorki Batista, residente en la comunidad de Jaquimeyes, dijo que ese municipio se opone al desagüe de la presa de Sabana Yegua porque, afirma, no se avisó con tiempo para que los residentes de los poblados que resultaran afectados tomen las previsiones necesarias.
Tienen el temor de que casas y propiedades en proceso de producción van a sepultarse bajo las aguas, lo que dijo, se constituye en un acto indolente que debió ser consensuado antes con las comunidades vulnerables.
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