Los que dirigen grupos tienen la responsabilidad de defender las políticas y objetivos de sus asociados, pero también deben entender que ellos se deben al grupo y que sobre todo, el grupo pertenece al pueblo donde residen y comparten con los demás entes sociales.
El que dirige debe tener capacidad de negociar y absorver conflictos, la estabilidad, desarrollo y permanencia del grupo depende de sus dirigentes. Todo los grupos persiguen un bien común, de lo común depende la comunidad, y la persecución de ese objetivo no pueden poner en peligro la convivencia entre los demás miembros de la comunidad.
El líder sabe que su permanencia como cabeza del grupo depende de la capacidad de resolver conflictos, enfrentar crisis y defender los mejores y mas sanos intereses de todos y cada uno de sus asociados, y tiene que tener claro que la intitucionalidad del grupo recae sobre el, por eso tiene que aprender a ser negociador y maestro.
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