Solución para lo porvenir.

POR: JOSE ANTONIO MATOS PEÑA
Fuente: Ecos del Sur.

El Lago Enriquillo ha sido visto por nosotros, los habitantes de parte las tres provincias más cercanas a él, llegarnos literalmente a los pies, producto de los fenómenos climáticos, que han llenado de agua los afluentes que lo alimentan, y por el manejo irresponsable y criminal, que se le ha dado a las aguas que bajan de las presas de Sabana Yegua, Sabaneta, que anteriormente, enviaba una parte al Mar Caribe, por el aliviadero de Canoa, que se estima, tiene una capacidad de cursar más de 5 mil mtrs. Cúbicos por segundo, equivalentes a mas de 13 millones de galones americanos por segundo.

Este caudal de agua, que ha dejado de cursar hacia el mar caribe, que en un solo día, equivaldría a la sorprendente cifra de 312 millones de galones, cuando hay avenidas, pasó a corromper todo el curso terrenal de las aguas, principalmente, al La laguna de Cabral, y de ahí, hacia el Lago, rompiendo, Dique Trujillo, compuertas canales, y la secuela de sedimentación en la parte más baja, que es fondo del lago
Enriquillo.

Puede alguien decir que esa cantidad de agua es poca, sabiéndose además el ingreso normal de agua ha aumentado, y que el Enriquillo no tiene mas salida de agua que la evaporada, con la agravante de que el sedimento, no saldrá nunca de él, sirviendo solamente, para subir su nivel.

Podemos demostrar, que el Lago Enriquillo, en lo que va de año, ha subido 12.5 pulgadas, verticalmente (doce pulgadas y media), sin que hayan soltado las referidas presas, lo que significa, que el balance en este tramo de tiempo, evaporación-entrada, es favorable al crecimiento, por lo que hay que colegir en que si se desfogan las presas en estos momentos, lo subirían más, lógica elemental.

Urge entonces, que se rehabiliten los aliviaderos de Canoa y habanero, y además, ensancharlo, para que tengamos capacidad de flujo y evitar con esto, las anteriores inundaciones de Canoa, Bombita, Jaquimeyes, Palo Alto, Peñón, Fundación, etc.


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