El Sur, en espera de una inversión que no llega

Fuente:www.diariolibre.com

BARAHONA. Erick Féliz, un joven de 20 años de edad, residente en la comunidad de Polo, Barahona, alberga la esperanza de que en cualquier momento se hagan realidad los anuncios de que habrá un desarrollo turístico para la zona.

El interés que despierta el misterioso efecto magnético en la carretera que los comunica con la capital de la provincia y la llamada "Ruta del Café", que incluye las plantaciones de las montañas de Polo, son las carnadas para atraer grandes inversiones al lugar.

Las aspiraciones de Féliz, que se gana la vida como chofer de guagua pública, son las de que aumente la cantidad de pasajeros que se mueven en la zona con la llegada de los turistas. Pero, como ocurre en las demás localidades del Sur, la espera se ha hecho larga, sin que todavía se tenga, por lo menos, una fecha para ejecutar alguno de los grandes proyectos de inversión privada de que se habla hace años.

De acuerdo con el vice ministro de Turismo para el "Sur Profundo", José Santana, las propuestas de inversión privada rondan los US$2 mil millones, aunque las "serias" alcanzan poco más de mil millones. A estas cifras hay que sumar las inversiones del Estado, que por el momento planea remodelar el Malecón de Barahona a un costo de unos RD$200 millones.

De las privadas, Santana califica de "propuestas serias" sólo aquellas que se han presentado de manera formal en el Ministerio de Turismo.

Pero Miguel Melo, director provincial y coordinador de Medio Ambiente para las provincias Barahona, Bahoruco, Independencia y Pedernales, habla sólo de "inversiones que se dicen están por proponer", pues asegura que ese Ministerio todavía no ha recibido nada formal.

Ambos ministerios son los responsables de emitir los permisos necesarios para que se pueda levantar cualquier infraestructura en las zonas turísticas. "Puede ser que estén en la fase de formulación, pero depositado en el sistema de ventanilla única para los permisos del ministerio, no conozco de ninguna propuesta", dice Melo.

EL Ministerio de Medio Ambiente tiene registrados en el sistema de ventanilla única para solicitud de los permisos ambientales, 43 proyectos en las cuatro provincias mencionadas y apenas ocho son de vocación turística. De éstos últimos, cinco corresponden a Barahona y tres a Pedernales, cuatro son de promoción y pequeñas intervenciones para ecoturismo, dos para ampliación de proyectos ya existes y sólo dos son complejos hoteleros.

De los proyectos que ya se han establecido en el Sur habla Polibio Schiffino, director del proyecto Casa Bonita, en Barahona, que destaca el esfuerzo que su empresa, así como los promotores de Casa Toral y la comunidad holística de Monte Sacro, entre otros, hacen para contribuir a que esa región logre su desarrollo.

Las Propuestas Privadas

El viceministro de Turismo, José Santana, habla de una propuesta de US$50 millones de parte del empresario italiano Aldo Meroni, para levantar 228 habitaciones en el proyecto denominado Ecos del Mar, en Cabo Rojo, Pedernales. Menciona también a otra compañía interesada en construir un aeropuerto en Pedernales y a unos inversionistas que quieren hacer negocios en el aeródromo.

"En Pedernales, ésa es la principal inversión que tenemos, aunque hay muchas otras propuestas que están pendientes por el estatus legal de la tierra", dice. Recuerda que el ministro Javier García ha anunciado a varios empresarios canadienses e ingleses, interesados en invertir más de mil millones de dólares en el lugar.

En Barahona refiere una compañía inglesa que está adquiriendo 500 mil metros cuadrados en San Rafael para desarrollar el complejo turístico Edén del Caribe II, en el que se prevé invertir US$60 millones. En ese lugar también se contempla el proyecto Paraíso del Sur, con una inversión de US$43 millones para construir unas 400 habitaciones, y el complejo inmobiliario Edén del Caribe I, en el que se invertirán otros US$30 millones.

Para estos proyectos se dieron los términos de referencia para la licencia ambiental hace más de un año, pero todavía no han presentado sus adecuaciones, según se informó en Medio Ambiente.

En el caso de las provincias Bahoruco e Independencia, el viceministro de turismo dice que deberán esperar a que crezcan las alas del turismo de Barahona y Pedernales para concitar inversiones privadas. Ambas provincias han sido afectadas en los últimos dos años, debido al crecimiento del caudal del Lago Enriquillo que cubrió parte de las tierras destinadas a la agricultura y la ganadería, principales actividades económicas de sus moradores.


Aguas termales de Canoa, sanidad divina para los usuarios y esperanza de desarrollo para el pueblo


La más avanzada oferta hotelera para el Sur la tiene Terma de la Salamandra, basada en un turismo de salud en las aguas termales de Canoa, Barahona, que ya cuenta con licencia ambiental y se prevé empiece este año, según informó la empresa.

Dicho proyecto implicó un contrato de arrendamiento a 99 años entre el Estado dominicano y esa compañía, que a su vez invertiría US$560 millones para la construcción de un centenar de villas y por lo menos dos hoteles. "Hace mucho que se está hablando de eso, pero yo espero que ya lo hagan, porque habrá más trabajo en el pueblo", dice Mayra Méndez, una residente de Canoa. En esa localidad viven unos 4 mil habitantes, que se dedican principalmente a la agricultura.

José Féliz, tesorero de la alcaldía de Canoa, indica que para garantizar la participación de la comunidad en el proyecto, se creó un comité de desarrollo junto a la municipalidad de Vicente Noble.

Dicho comité firmará acuerdos con Terma de la Salamandra, entre los cuales está uno para que la empresa le dé a ambos pueblos un porcentaje de la mano de obra a emplear, otro para que se adecue uno de los afluentes de las termales como piscina pública para evitar que se privatice toda el área.

Féliz dice que, además, habrá que mejorar el camino de entrada, y acondicionar los ranchitos de los alrededores.

Terma de la Salamandra, cuyo inversionista es Roberto Chetoni, encontró rechazo en el país por el tiempo del arrendamiento y por su reducido capital de apenas RD$500 mil, según se denunció en el 2009.

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