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viernes, 9 de diciembre de 2011

BREVE HISTORIA DEL RELOJ PÚBLICO DE BARAHONA. I


Por: Virgilio Gautreaux P.

Introducción

A través de la historia la especie humana quiso “mesurar” el tiempo. Para ello, durante muchos siglos fue ingeniosa en la búsqueda de aquellos artificios que le facilitaran mediciones cronológicas. Diversos materiales y artefactos se fueron sucediendo hasta llegar a los relojes que hoy conocemos. Muchos siglos antes de Cristo en Egipto y territorios del Medio Oriente existieron relojes de arena, de agua, de sol, así como combinaciones con otros instrumentos. Con el arribo de los españoles, llegó a esta isla el reloj del sol, uno de los cuales está ubicado en la calle Las Damas y el otro en Bánica.

Los relojes mecánicos desarrollados posteriormente fueron imponiéndose en Europa y se popularizaron en otras partes del planeta. La iglesia católica los utilizó profusamente para marcarle el tiempo a los feligreses y recordarles las horas de los cultos. Otras religiones también utilizan diferentes formas de convocatoria para oraciones y rezos.

En la República Dominicana país hay unos 20-30 RELOJES DE TORRE, tanto en iglesias, como en edificios públicos y torres individuales. De ellos el más antiguo está ubicado en la zona colonial, frente al MUSEO DE LAS CASAS REALES. Luego se construyó el de Bánica. Los relojes de Montecristi y Puerto Plata, son de los más famosos y conocidos.

En la capital tenemos RELOJES DE TORRE en el Palacio Consistorial, frente al parque Colón. El del Oratorio María Auxiliadora; el de la Iglesia Evangélica Dominicana localizada en la calle Mercedes con 19 de Marzo; el ubicado en el Centro de los Héroes, frente al Ayuntamiento del Distrito Nacional; el de la iglesia católica ubicado en la calle Mauricio Báez y el del “Boulevar” de la 27 de Febrero.

El rasgo distintivo de estas seis torres, es que su reloj no está funcionando. Algunos tienen años dañados. El más “joven” del conjunto-y seguramente el más costoso-es el de Boulevar y tampoco está operando. Está abandonado, al igual que todo el complejo que le rodea.

El Ayuntamiento del Distrito Nacional-el más rico y poderoso del país-tiene bajo su responsabilidad, tres relojes públicos que no funcionan. Resulta una contradicción que el único reloj “de torre” que funciona en la capital, es el reloj de Sol, el cual, cuando le tomé la foto, marcaba la misma hora de mi celular. Es risible que un reloj con 258 años “ininterrumpidos” trabajando, sea el único que funciona. Paradojas de la modernidad ¡!!!!!

Animado por este recorrido, me puse a llamar a varias cabeceras de provincia y a varios Municipios y pude determinar que tenemos RELOJES DE TORRE en Santiago, Puerto Plata, San Cristóbal, Oviedo, Azua, Monte Cristi, San Pedro de Macorís, Moca, San Francisco de Macorís, Salcedo, Constanza (dos), Elías Piña, Samaná, Sosúa, La Romana, El Seibo, La Vega, Boca Chica, Cotuí, Neyba, San Juan de la Maguana y Barahona, entre otros. Numerosos de relojes no están funcionando, razón por la cual en aquellos lugares donde los bomberos tienen sirena, la tocan en la mañana, al mediodía y al atardecer.

Donde no hay sirena, se utilizan las campanas de las iglesias, para dar la hora. Debiera generarse un movimiento en esas comunidades para que estos íconos de una época, sean reparados. En mi consulta por vía telefónica, en algunos lugares no conocían el significado de la expresión “reloj público”.

Para mediados de la década de los años treinta del siglo pasado, la ciudad de Barahona experimentaba rápidos cambios en su entorno urbano. La sinergia Gobernación+Ayuntamiento+Empresariado+SociedadCivil+Gente del Pueblo, produjo una verdadera revolución urbana.

Por doquier se levantaban imponentes construcciones comerciales, viviendas individuales, edificaciones públicas, caminos, carreteras y otras infraestructuras desarrollistas. La expansión sostenida de las actividades productivas, comerciales, de exportación, sociales, educativas y culturales, impulsaron una mentalidad favorable al cambio.

Tanto en esta ciudad, sus campos y el resto del país, desde los tiempos coloniales se utilizaban instrumentos sonoros de diversos materiales para convocar los ciudadanos con el propósito de comunicarles resoluciones, ordenanzas, acontecimientos importantes y también convocarlos para asuntos religiosos.

Muchos de los acontecimientos de tipo urbanístico y social que se producían en nuestra ciudad, tenían como referente el ordenamiento territorial y normativas administrativas y laborales que implementaba el Ingenio Barahona. En 1922 la colectividad barahonera es sorprendida por un fuerte silbato proveniente del central azucarero, el cual cada cierto tiempo, diariamente anunciaba cambios de turno de los obreros y del personal administrativo.

En algunas ocasiones, el silbido era un preaviso, para que se fueran preparando en sus casas aquellos que les correspondía la próxima jornada. El siguiente pitido, anunciaba el inicio de labores para unos y la salida para otros. El Señor Albott James quien laboró por muchos años recuerda el silbato despidiendo vapor al ser tocado.


Breve cronología sobre la Torre-Reloj




1-
En el periódico Listín Diario correspondiente al lunes 15 de Febrero de 1929 encontramos una crónica barahonera, que entre otros tópicos, titula uno RELOJ PÚBLICO, el cual señala lo siguiente:

“Pronto ostentará la urbe barahonera un famoso reloj público el cual será hecho venir del extranjero por el Honorable Ayuntamiento”.
Nada, que se progresa !!!!


2-
En sesión celebrada el 01 de Octubre de 1929, la Sala Capitular del Ayuntamiento de Barahona resolvió solicitar precios y catálogos de relojes de dos y tres esferas a Merke y Co, Porcella & Vicini de Nueva York y a Michael Baik, en Santo Domingo. Al parecer esta gestión no arrojó ningún resultado, razón por la cual Don Luis Del Monte, oferta regalar un reloj de torre a la ciudad de Barahona.


3-
Durante una reunión del consejo municipal de Barahona efectuada el 27 de Julio de 1931, el Presidente de la Sala-Dr José A. Rodríguez-informó que el Sr Luis Del Monte le había dado el encargo de ofrecer al Ayuntamiento un reloj público que él enviaría próximamente como obsequio.


4-
El Sr Del Monte viajó en innúmeras ocasiones al continente europeo y a otras partes del mundo. De seguro que en su estancia en el viejo continente, le sorprendió la influencia del reloj en las actividades productivas, el comercio, la educación, las actividades religiosas, deportivas, sociales y recreativas, entre otras.

Europa estaba repleta de torres con reloj, colocados en iglesias, palacios municipales, castillos, edificios públicos, en grandes portones en la entrada de las ciudades, en parques, puentes y plazoletas. Cada cambio de hora era un repicar de campanas, que se escuchaban por doquier. Pero lo que de seguro más impresionó a Don Luis, fue el impacto del reloj en las actividades productivas y tal vez esa fuera una de las motivaciones que lo impulsó a realizar la donación.


5-
En la sesión de la Sala Capitular de fecha 26 de Noviembre de 1931, el Presidente de dicho organismo informa que Don Luis Del Monte comunica que ya se estaba construyendo el reloj que él se comprometió donar al pueblo de Barahona y que no tardaría mucho en llegar, por lo que exhortaba al cabildo a solicitar con tiempo la exoneración de los impuestos correspondientes. En una sesión realizada el 17 de diciembre de ese mismo año, se resolvió agradecerle al donante su gesto, a nombre de la población y de la propia corporación edilicia. También se procedió a tramitar la solicitud de exoneración.


6-
El 4 de Enero de 1932 Don Luis Del Monte comunica a las autoridades municipales que ya envió reloj de torre en el vapor COMTE GRANDE y la documentación relativa al embarque, con la recomendación de que el mismo fuera montado por un relojero calificado. Nuevamente se le gradece su acción.


7-
Reunido el 18 de Enero de 1932 el Consejo edilicio, el Tesorero Municipal informa sobre la gestión que se le encomendó en la capital, expresando que el Sr Pascual Prota oferta montar el reloj y dejarlo funcionando, para lo cual enviaría un perito en la materia, todo por un costo de $ 125 incluyendo los gastos de manutención o por un monto de $ 100, si el Ayuntamiento asume este costo. En este mismo encuentro, el Sr José A. Robert propone que Don Luis Del Monte sea declarado HIJO BENEMÉRITO de la ciudad de Barahona. Esta moción fue aprobada a unanimidad en otra reunión celebrada el 25 de Febrero del citado año. También se aprobó comunicarle el otorgamiento de tal distinción y se autorizó la confección de un Diploma de Reconocimiento. Posteriormente el galardonado agradeció esa acción.


8-
En el transcurso de la Sesión celebrada el 8 de Febrero de 1932, se da lectura a la Comunicación No 529, del Ministro de Hacienda, mediante la cual informa la aprobación de la solicitud de exoneración del reloj.


9-
La Sala Capitular en su sesión del 18 de Febrero de 1932, conoce una comunicación suscrita por los señores Lucas Espinal, B. Suero, Luis Peláez, Carlos Díaz hijo, José Cavallo y varios más, mediante la cual solicitan que la torre para la instalación del reloj público, sea construida en una parte del solar propiedad de la Cámara de Comercio de Barahona. Se aprobó que el Ayuntamiento resolvería lo que proceda.


10-
EL 17 de Mayo del 1932, el Auditor General, remite el oficio No. 1987, con el cual autoriza una transferencia de fondos por la suma de $ 150.00 para la construcción de la torre para el reloj público.

El 1ro de Julio de dicho año, el Presidente de la Sala Capitular-Dr José A. Rodríguez-propone que se le dirija una carta a Don Luis Del Monte para que investigue en la casa constructora del reloj donado por él, por cuanto podría construirse o suministrar dos o tres esferas más, con los accesorios necesarios para su montaje y que si todo esto-incluyendo el valor del flete-no es superior a $150.00, se le autoriza ordenar el despacho de tales efectos por cuenta del Ayuntamiento.

Se aprobó la encomienda. El 19 de ese mismo mes, los ediles son enterados que el Sr Del Monte ya ha ordenado la construcción de los artículos solicitados. Al llegar dichos efectos, el Ayuntamiento le pagó la suma acordada previamente.


11-
Las autoridades municipales barahoneras aprobaron el 27 de Mayo de 1934 pagar la suma de $60.00 al Ing-Arquitecto Humberto Ruiz Castillo para la realización de los estudios y el plano correspondiente para la torre del reloj.


12-
Durante la Sesión de la Sala Capitular celebrada el 6 de Octubre de 1932, se da lectura al oficio No. 89 suscrito por el Gobernador provincial, en el cual transcribe un telefonema del Tirano Trujillo en el cual instruye que se forme una Comisión encabezada por la gobernación e integrada por el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio, con la encomienda de elaborar un listado de proyectos de obras públicas necesarias en la provincia y sus dependencias.

Se aprobó la sugerencia y se designaron 4 regidores quienes representarían el cabildo en dicha comisión. Al parecer comenzaban a surgir ciertas contradicciones por las donaciones de Don Luis Del Monte.


13-
En este mismo encuentro, el Síndico informó que las esferas y accesorios para el reloj público que se pidieron a Italia, llegaron en la goleta “JULIA”. Se resolvió solicitar la exoneración correspondiente.


14-
En la Sesión del 15 de Noviembre de 1932, se da lectura a una inusual comunicación suscrita por el Secretario de Interior, recomendando “que no se tributen homenajes ni se concedan honores a personas que no tengan algún carácter oficial y que no realicen actos de significación y trascendencia para la vida de la común”.


15-
El 16 de Diciembre de 1932 se dio lectura a una propuesta del Ing-Arquitecto Humberto Ruiz Castillo, mediante la cual ofrecía construir la torre para el reloj público por $2,000.00 a todo costo. Se le respondió que se estudiaría su proposición. Más adelante se recibió un telefonema del Coronel Leoncio Blanco recomendando al Cabildo que se prefiera al Sr Ruiz Castillo en la erección de dicha obra.se tomó nota.


16-
En vista de que el Ayuntamiento sólo disponía de $1,000.00 para la construcción de la torre, se resolvió en esta reunión solicitar al Gobierno un préstamo de $1,000.00 para pagarlo en el transcurso del año 1934, en 12 cuotas que debían ser tomadas del subsidio mensual que recibiría el Cabildo. Esta solicitud debía formularse mediante una exposición dirigida al Sr Presidente de la República.

Mediante Oficio No. 366 del 12 de enero de 1933, el Secretario de Interior comunica que el Poder ejecutivo ha negado su aprobación a la solicitud de préstamo. A tales efectos, se nombró una Comisión para obtener dichos recursos, formada por el Presidente y el Vicepresidente de la sala Capitular y el Comisario Municipal.


17-
El órgano municipal reunido el 24 de Febrero de 1933, es enterado mediante comunicación firmada por el Síndico “que las esferas y accesorios para el reloj público se encuentran depositadas en el Palacio Municipal, los cuales llegaron en perfectas condiciones”.


18-
Durante los meses siguientes se manejaron varios escenarios en torno a la torre del reloj. Unos plantearon que se colocara encima de la glorieta del parque Duarte.

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1 comentario:

  1. Estimado kilbert ,no se si me recuerdas, pero en cierta ocacion comentamos lo relativo al Escudo definitivo sobre las dos propuestas que existian del Municipio de Jaquimeyes.
    Espero haya habido una seleccion, y te agradecere remitirme el aprobado por el Concejo de Regidores de esa Municipalidad.

    Afectos de Andres Amaury Bello Cuevas.

    PD:Me permiti reproducir este aticulo en mi Blog http://a2bccom.blogspot.com/, espero la segunda parte ya que es muy instructivo.

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