QUERIDOS HERMANOS: ¡Saludos, cargados de Alegría y Paz, en estos días y siempre a ustedes y los suyos! El motivo de gozo y bienestar es la llegada de diciembre, pues él nos trae la Navidad, tiempo de disfrutar el gran regalo de Dios: adorar el Niño que nace en el pesebre, el EMMANUEL.
El Plan de Pastoral en su itinerario de este mes nos señala como valor a cultivar la “dignidad” y como lema: “Una voz grita en el desierto” (Lc 3,4), invitándonos, además, a fomentar encuentros fraternos y a celebrar la Navidad en familia.
Ya iniciamos el Adviento 2011 para prepararnos a celebrar navidad. Este es tiempo de espera, de compromiso, de encuentro, de perdón, de conversión y reconciliación, de compartir solidario, y sobre todo, tiempo de mayor cercanía de Jesús.
Recordamos que conmemoramos los 500 años del Sermón de Adviento de Fray Antón de Montesino. Lo que hace oportuno que reflexionemos sobre tal acontecimiento, para motivarnos y resaltar el valor de persona, no importa cuál sea la raza o condición social.
Hay que luchar y trabajar para crear un mundo donde se respete la dignidad humana. Hay que alzar la voz ante tantos males y tantas injusticias de nuestra sociedad: corrupción, violencia, atracos y delincuencia, sicariato, desigualdad social, miseria, intolerancia, falta de trabajo, niños en las calles, familias destruidas, jóvenes sin esperanza, etc.
Hay muchas cosas malas que hay que restaurar y arreglar en nuestro país. Hoy que vivimos una realidad y en un mundo poco alentador, hay que dejar que Jesús nazca y nos traiga Esperanza, nos traiga su Paz y Salvación.
Su amigo y pastor Rev. P .Manuel Hidalgo Féliz C. Párroco.
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