BARAHONA. El desagüe de la presa de Sabana Yegua y las copiosas lluvias que la tormenta Tomás provocan en el suroeste del país anegaron los predios agrícolas en Peñón y Cabral. Los organismos de socorro orientan a la población sobre las medidas de prevención a tomar.
Las plantaciones de plátano, guineo y yuca a orillas de la carretera Peñón-Cabral se encontraban ayer anegadas debido a que el desagüe de la presa de Sabana Yegua que el Instituto Dominicano de Recursos Hidráulicos (Indhri) realizó esta semana y aumentó el caudal del río Yaque del Sur y de la laguna de Rincón.
Los agricultores empezaron a sacar los productos que están de provecho para salvar parte de la cosecha. También sembradíos de ají en la localidad de Michel fueron tapadas por el agua.
La lluvia fue constante desde media mañana hasta entrada la noche. Las tierras que apenas dos días atrás eran conucos, ayer parecían lagos. Los jóvenes aprovecharon para pescar allí buzú, jaibas y tilapia.
El agricultor Manuel Altagracia Segura se expresó esperanzado en que bajarán los niveles del río para que no se pierda toda la producción.
Las inundaciones no se extendieron a la zonas pobladas. Sin embargo, los organismos de socorro y las autoridades municipales activaron las Brigadas de Respuesta Temprana y habilitaron las escuelas, iglesias y centros comunales que sirven de refugio en caso de que hoy la situación cambie.
En alerta están las comunidades de Jaquimeyes, Peñón, Cabral, La Lista, Cristóbal y Uvilla ante posibles inundaciones.
El síndico de Jaquimeyes, Domingo Florián, expuso que ya la presa alcanzó los niveles prudentes cuando pasa este tipo de fenómeno y que aunque el río aumentó su caudal no representa peligro de inundación ni hay urgencia para evacuar a las personas.
Su preocupación es que no son suficientes los albergues con los que cuentan ni tampoco tienen las condiciones adecuadas como para que los refugiados pasen más de un día en ellos. “Tenemos refugios para enfrentar un fenómeno de vientos fuertes, pero no son tan resistentes a inundaciones. Las personas están hacinadas lo que dificulta que se mantenga una higiene adecuada”, expuso. Luis Báez, regidor de Cabral, lamentó las pérdidas que desde ya las lluvias de Tomás han dejado en la agricultura de esa comunidad.
Sostuvo que están a la espera de una retroexcavadora para limpiar los sedimentos en los canales de regadío. Se quejó de que el director provincial del Indhri, Erineldo Urbáez, no haya atendido los reclamos que en ese sentido le ha formulado el Comité Provincial de Emergencia. “Necesitamos la intervención del gobierno porque a nosotros no nos ha hecho caso. Si contamos con esa máquina el agua podrá fluir más rápido”, apuntó.
La angustia y el temor eran evidentes en los munícipes de Cabral y el Peñón, porque recuerdan los daños ocasionados por otros fenómenos. Aún no han podido recuperarse del todo de los estragos que causaron las tormentas Olga y Noel en 2008.
Proponen soluciones
La construcción de la presa de Monte Grande representa la esperanza de estas comunidades para evitar las inundaciones. Sin embargo, es una osbra que podría tomarse unos cinco años. Mientras ese sueño se hace realidad proponen que se construya un vertedero pluvial en el puente de la localidad de Canoa.
“Si se construye eso primero podríamos dormir tranquilos”, opinó Luis Tomás Báez, regidor de Cabral. Además, otra medida que urge tomar es la rehabilitación del Canal de Trujillo. A pesar de que recientemente fue intervenido, los trabajos que se hicieron no detienen las aguas que desbordan el canal cuando llueve.
Fuente: www.elcaribe.com.do
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Creo favorable que los pueblos de la cuenca del yaque se junten y unifiquen esfuerzo para exigir la construccion del vertedro por canoa,ya que eso podria reducir las indundadaciones.
ResponderEliminarEl momento es propicio para empezar luchar unidos para el beneficios de los pueblos de la cuenca.