Fuente: www.barahonero.com
Agricultores e ingenieros plantean la construcción de un canal de desahogo del Yaque del Sur pasando por debajo del puente Canoa, ubicado en la carretera Sánchez, que desembocaría en el Mar Caribe
A lo largo de los años, los fenómenos naturales han azotado la cuenta baja del rio Yaque del Sur, arrebatándole la vida a decenas de personas, dejando a cientos de familias sin hogar y miles de tareas de cultivos destruidos, sin que ninguno de los esfuerzos ejecutados por las autoridades para evitar el problema haya dado con la solución definitiva.
Luego de las inundaciones provocadas por las tormentas tropicales Noel y Olga en noviembre y diciembre de 2007, respectivamente, y producto del colapso del muro de contención del Yaque del Sur, miles de habitantes de las comunidades El Peñón, Jaquimeyes, Bombita y Palo Alto, quedaron a la intemperie.
Las autoridades del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), han reparado el muro de contención una y otra vez de manera fallida, ya que inmediatamente el afluente aumenta su cauce se lleva a su paso todo cuanto encuentra, dejando muestra de que se deben tomar acciones efectivas de acuerdo con el caudal del río más importante de la región sur, cuyos efectos destructivos no son desconocidos por las autoridades.
Ahora un nuevo peligro asecha a los moradores de la zona, especialmente a los habitantes del municipio El Peñón de Barahona, quienes ante otra crecida del río se verían gravemente afectados por la posible rotura de seis tramos del muro de contención que amenazan con dividir el poblado por la mitad.
Agricultores de El Peñón, preocupados por la situación, se han dirigido a las autoridades de la dirección regional del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), con el planteamiento de posibles soluciones al problema, pero según afirman, las autoridades han hecho caso omiso a la situación.
Reporteros del diario digital Acento se dirigieron a las oficinas del INDHI en Barahona donde el director, Gerineldo Urbáez, quien no pudo recibirnos puesto que estaba atendiendo asuntos políticos del Partido de la Liberación Dominicana, previo a una visita del candidato de esa organización, Danilo Medina, a la provincia de Barahona, instruyó para que nos fueran mostradas dos comunicaciones enviadas al director general de esa entidad, Frank Rodríguez, donde le informaba de la situación del Yaque del Sur.
En las comunicaciones, enviadas por la dirección regional a la dirección general del INDRHI en fecha 20 de febrero, se plantea la reconstrucción del muro de contención, esta vez utilizando material minero, ya que, según se expresa en el comunicado, es mucho más resistente.
Sin embargo, un grupo de agricultores de la zona rechazan el reforzamiento del río como medida de solución a largo plazo, ya que entienden que existen evidencias que demuestran que sería infructuoso, y prefieren se adopten otras alternativas que se acerquen a la solución y no sean “un remedio por dos o tres meses”, sino acciones que garanticen la vida y la estabilidad económica de la zona.
Los agricultores proponen que ingenieros expertos en la materia estudien la posibilidad de hacer readecuaciones de los litorales del afluente, específicamente en las curvas por donde históricamente el Yaque del Sur ha roto el muro de contención.
El Peñón tiene la particularidad de ser una Mesopotamia, bordeado en un extremo por el Yaque del Sur y en el otro por la laguna El Rincón, la cual desde hace más de cuatro años es alimentada por el “Dique Trujillo”.
El agricultor Juan Antonio López afirmó que los problemas que se dan en la cuenca baja del río Yaque del Sur, tienen como causa principal el mal manejo de la presa de Sabana Yegua, la cual, según dijo, opera con un sentido comercial que es producir energía a bajo costo, sin importar lo que pasa aguas abajo del Yaque del Sur.
“Lo que pasa es que en la cuenca baja no hay personalidades que tengan grandes propiedades que le haga daño en cada inundación, si hubieran personeros que tuvieran 10 mil tareas, ganado, la cosa fuera distinta”, expresó.
Por lo que pidió “a las autoridades de más alta jerarquía, incluyendo al presidente de la República y al director del INDHRI, Frank Rodríguez, que aprovechen este momento, que es el mejor para solucionar todos los problemas que están ocasionando las inundaciones en la cuenca baja del Yaque del Sur, ya que no estamos en temporada de lluvias”.
De su lado, el también agricultor José Antonio Segura afirmó que las autoridades sólo se hacen eco de la problemática cuando el río se desborda y destruye las viviendas y los cultivos. “Cuando vienen las inundaciones, prometen que van a solucionar y hacen pequeños levantamientos de muros que luego se desploman”, dijo.
Segura precisó, además, que el 85 por ciento de los terrenos que se cultivaban 20 años atrás ya no se están cultivadando a causa de las avenidas del río, lo que ha contribuido al empobrecimiento de la comunidad.
“A penas se está cultivando un 15 por ciento por causa de las avenidas del río. Este era un pueblo próspero, donde se producía mucho arroz, plátanos, donde se criaba grandes cantidades de ganado, y todo eso ha disminuido a su mínima expresión a causa de las crecidas del río y la falta de una solución adecuada” expresó el agricultor.
Segura resaltó que las inversiones que tendrían que hacer las autoridades en caso un desastre serían mucho mayor de las que incurrirían ahora para evitarlo.
Una posible solución
La Red Comunitaria por la Vida, que coordina el ingeniero Domingo Milquiades Florián, lleva a cabo trabajos para lograr neutralizar los efectos negativos de las inundaciones del río Yaque del Sur en las poblaciones de la cuenca baja.
Dicha red, con la asesoría de varios ingenieros y expertos en la materia, ha elaborado el denominado “Proyecto Solución Construcción Dique Vertedero en Canoa”.
El proyecto plantea la construcción de un canal de desahogo del Yaque del Sur pasando por debajo del puente Canoa, ubicado en la carretera Sánchez, que desembocaría en el Mar Caribe.
Según los estudios que avalan este proyecto, con la construcción del vertedero de agua se impediría que miles de litros de agua vayan a parar en la cuenca baja del Yaque del sur, con lo que se reduciría la probabilidad de inundaciones en las comunidades de El Peñón, Bombita, Jaquimeyes y Palo Alto.
Cada año los agricultores de esta zona del Suroeste pierden más de 55 mil 347 tareas de cultivos a causa de las crecida de este afluente, de acuerdo a sus estadísticas.
Advierten que esas comunidades corren el riesgo de atravesar por una catástrofe de peores magnitudes que la ocurrida en la Mesopotamia de San Juan de la Maguana, en 1998 (tras el paso de George), y en Jimaní, en 2005 (con las lluvias torrenciales en la frontera) donde se perdieron miles de vidas ante la crecida del Yaque del Sur y el Río Blanco (Soliette) respetivamente.
La ejecución de este proyecto tendría un costo, según el estudio, de unos 10 millones 267 mil 449 pesos, cantidad de dinero que se ha invertido cinco veces más en reparar los desastres provocados por los fenómenos naturales ocurridos desde el huracán Georges (1998) a la fecha.
Este proyecto fue presentado en julio del 2007 al entonces director del INDRHI, Héctor Rodríguez Pimentel, luego al actual director, Frank Rodríguez, y más recientemente al presidente de la República, Leonel Fernández, en una reunión llevada a cabo con los alcaldes de estas comunidades en diciembre del 2011, sin que los agricultores hayan tenido una respuesta concreta, “solo promesas”.
Mientras los habitantes de la cuenta baja del río Yaque del Sur esperan inmediata solución esta problemática, la temporada ciclónica se acerca, y con ella el temor de perder sus cultivos, sus casas, y hasta sus vidas.
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